Báilame

Dossier

‘Báilame’ es un nuevo espectáculo innovador e impresionante que fusiona al máximo la música y la danza. Se centra en las sensaciones que ambas artes pueden provocar, en oposición a las formalidades de las historias tradicionales, aunque, por supuesto, presenta elementos narrativos.

‘Báilame’ se inspira en las tradiciones creativas de la ciudad de Granada, un curioso y mágico lugar único en toda España por su asombrosa belleza, sus paisajes sin igual y sus fascinantes antecedentes históricos, artísticos y políticos. Además, Granada es una ciudad de renombre en lo que respecta a tradiciones de música y danza, a las cuales se rinde homenaje en este estimulante espectáculo: como la danza del poeta y dramaturgo granadino Federico García Lorca, la obra del músico (y compañero artístico de Lorca) Manuel de Falla, y la Zambra gitana, un conocido baile flamenco.

Este nuevo espectáculo ha sido parcialmente coreografiado por Patricia Guerrero, galardonada con el Premio Nacional De Danza en 2021, el premio MAX de las Artes Escénicas en 2019, el premio Giraldillo en la Bienal de Sevilla tanto en 2016 como en 2012 y el premio Desplante por Festival Internacional del Cante de las Minas en 2007. El espectáculo también ha sido en parte coreografiado por los renombrados maestros Javier Martos, Mariano Bernal y Raimundo Benítez. ‘Báilame’ tiene potencial para girar en dos formatos: con 14 intérpretes (siete bailaores, cuatro músicos y tres técnicos) o con un elenco completo de 18 personas en total (once bailaores, cuatro músicos y tres técnicos), por lo que goza de flexibilidad para funcionar en diferentes tamaños de escenarios.

Respecto a la estructura del espectáculo, este comienza con las danzas lorquianas, La Bulería o el ‘Romance de la Luna’. Como suele suceder con la obra del maestro andaluz, el inicio de la actuación se llena de pasión, expresada a través de los intensos movimientos y dolientes expresiones faciales de los bailaores. La poética lírica original de Lorca se refleja aquí con gran acierto a través de la naturaleza algo más abstracta de la danza. La segunda parte son las Seguiriyas o ‘Poema de la Siguiriya gitana’, que se origina de la fascinación de Lorca por los gitanos andaluces. Por ello, esta sección se inspira en el simbolismo poético y parece tomar ejemplo de las emociones crudas y primitivas de la danza; en otras palabras, expresa eficazmente el espíritu libre de la comunidad nómada.

Para finalizar, la que denominamos la trilogía de Lorca, tenemos los Tientos, el ‘Zorongo gitano’, una canción popular andaluza de tres pasos. En ‘Báilame’, esto se transmite a través de una bailaora muy pasional, vestida como una gitana tradicional, ofreciendo un retrato sensual lleno de intriga y misterio. Su pareja se une y se fusionan en un momento de intimidad, proporcionando a la audiencia un ambiente privado y reflexivo con el que identificarse, como refugio de las pasiones abrumadoramente intensas que se habían despertado de antemano en la representación.

En la sección dedicada a Manuel de Falla escuchamos una versión de la ‘Canción del fuego fatuo’, una pieza intensa y llamativa, que trastoca momentos de tranquilidad y sensibilidad rompiendo las expectativas del espectador con movimientos bruscos y repentinos; que crean una tensión que podría cortarse con un cuchillo. A esto le sigue la segunda parte de la sección de Falla, la ‘Danza del molinero’. Sin duda alguna, la parte del espectáculo más narrativa: dos hombres con gran expresividad cuentan la historia de un molinero con una gran fuerza e intensidad dramática a través de la poderosa danza; quizás sea una de las piezas más livianas que permite realmente al público involucrarse de verdad con los personajes.

El homenaje dedicado a Falla se completa con ‘La vida breve’: una pieza rítmica con múltiples bailaores cuyas historias entre personajes se hacen más evidentes a lo largo del espectáculo. Las capacidades de interpretación de los bailaores relucen con la ayuda de su extraordinario juego de pies y el dominio de sus movimientos.

La tercera sección de ‘Bailame’ pertenece a la Zambra gitana, un tipo de música y baile inspirado y evolucionado de las danzas moriscas, comenzando por la Alboreá. Es una pieza vocal lírica que transmite una hipnótica y bella narrativa, con la tranquilidad de la música crea un aura intimista en escena, que a su vez ensalza la voz del cantaor, y resulta en una atmósfera profundamente carismática, conmovedora e inquietante que demuestra el carácter innovador y emocionalmente variado de ‘Báilame’.

A la alboreá le siguen el ‘Fandango del Albaicín’ y los Tangos, un conjunto de danzas vibrantes y alegres que lleva al espectador a la catarsis después de la intensidad vivida en las partes anteriores. Acompañados por el cante, los Tangos capturan el auténtico espíritu andaluz y de la comunidad gitana de la región. El cuarto subacto de la ‘Zambra gitana’ es ‘la Cachucha’ compuesto por parejas que danzan mientras son acompañadas por otros bailaores en escena. Se trata de un número de baile comunitario que anima al público y deja el espectáculo por todo lo alto.

La sección final es una ‘Soleá de Granada’ con todos los artistas en escena. Así mismo, el espectáculo se corona con una danza de ‘fin de fiesta’, lo que supone un cambio estimulante, ya que esta parte final del espectáculo está improvisada al completo por los bailaores. La sensación es única y es una auténtica maravilla tener la oportunidad de ver a los intérpretes jugar y experimentar con su arte. En resumen, ‘Báilame’ es una pieza innovadora que atrae a audiencias de todas las edades alrededor del mundo gracias a su versatilidad y cualidades singulares.

También te puede interesar

Espectáculos