Una de las obras más icónicas de Shakespeare se convierte por primera vez en una producción flamenca. Hamlet es una historia fascinante que trata temas como la familia, la venganza, el poder y el asesinato. Estos elementos hacen que la producción sea intensa y pasional, contribuyendo de esta forma a enriquecer este tipo de arte. Y no solo con el baile flamenco, sino también con la participación del coro local, lo que hace que esta producción sea un torbellino de intriga, misterio y tragedia que lo abarca todo. El flamenco le sienta como un guante a esta obra.
Hamlet fue escrita originalmente por el dramaturgo inglés William Shakespeare entre los años 1599 y 1601. Su trama y sus personajes tan logrados la han convertido en una obra de renombre generación tras generación hasta el punto de hacerla eterna. Por eso esta historia combina tan bien con el flamenco y su expresividad.
La tragedia está ambientada en Dinamarca y cuenta la historia del joven príncipe Hamlet, quien decide vengarse de su tío Claudio por haber asesinado a su padre. Tan solo con ese breve resumen de la trama se sientan las bases para una producción flamenca perfecta, teniendo una infinidad de formas con las que representar la intensidad de la venganza y el rencor a través de la danza. Los diferentes estilos de baile flamenco capturan con gran éxito las diferentes caracterizaciones de esta historia. Por ejemplo, los movimientos que realiza el personaje de Hamlet son muy distintos a los de Claudio y también a los de Ofelia.
Dado que Hamlet se centra en las pruebas y frustraciones del protagonista, el uso del flamenco permite a este personaje lucirse al máximo. Hay muchos momentos a lo largo del espectáculo en los que el actor que interpreta el papel de Hamlet ocupa el centro del escenario. Con su espectacular baile flamenco, junto al inquietante canto del coro de fondo, se crea una atmósfera particularmente desconcertante que resulta cautivadora para el público.
La relación entre el personaje principal y Ofelia es de vital importancia para esta obra. Hamlet y Ofelia experimentan una conexión un tanto difícil. Cuando Ofelia expresa su amor por Hamlet, su padre trata de evitarlo. Esto da una idea del control que tenían los hombres sobre las mujeres en esta época. Las secuencias de baile que representan este control enfatizan este hecho, contribuyendo a la angustia del personaje de Ofelia lo que conduce posteriormente a su muerte. Hay una serie de escenas muy íntimas entre Hamlet y Ofelia que destacan por su brillante puesta en escena y el uso de la música, el coro, el vestuario y la iluminación, aunando así diferentes formas de arte que crean un efecto final sorprendente. Además, los diferentes estilos de flamenco llevados a cabo por los bailaores que interpretan a Hamlet y Ofelia transmiten con éxito la diversidad de género entre los personajes.
Resulta sorprendente que nunca antes se haya utilizado el flamenco para representar Hamlet, ya que la combinación de la trama y este género de baile se complementan e incluso, intensifican las emociones que provoca la obra. Es innegable cómo esta producción consigue renovar la famosa historia de Shakespeare consiguiendo que el público perciba esta obra de una manera completamente diferente gracias al flamenco.